Fugaz por que no fueron más de quince minutos, el tiempo justo de realizar tres encuadres con tres exposiciones distintas: una vista general de la cascada y dos extracciones de la misma.
Sensaciones encontradas pues, a pesar de que la percepción de estar en un lugar que realmente merece la pena conocer es nítida y potente, el acceder a la surgencia atravesando un parking atestado de coches, caminando por una pasarela entarimada y protegida por barandillas, y compartiendo visita con cientos de turistas resta mucho encanto y naturalidad al rincón, trastocando la sensación de naturaleza virgen en la idea de estar ante una especie de decorado natural con un punto de irrealidad.
Entiendo que es la única forma de preservar, conservar y difundir este tipo de lugares y su valor ecológico y paisajístico, pero no menos cierto que pierden mucho de su esencia y singularidad. Es el signo de estos tiempos, supongo.
1 comentario:
Hola Oscar
te sigo en fotonatura...impresionante con agua...
salut
Joan
Publicar un comentario